La moto: una plaga

El desplazamiento motorizado se constituye cada vez mas en una necesidad apremiante, en un siglo donde las oportunidades de trabajo se dan lejos del hogar,  al mismo tiempo que estas oportunidades ofrecen menores facilidades de ascender y poder adquisitivo, ¿la respuesta inmediata? la motocicleta.

Hagamos un poco de memoria, la motocicleta nació como invención en los estados unidos en el año de 1867 (Sylvester Howard Roper), y evolucionó hasta su forma actual en la Alemania pre-nazi,  como vehículo ligero de desplazamiento,  en esencia una inocente bicicleta con motor y chasis reforzado, hechas para ahorrar los costos de consumo que si daban los automotores de cuatro ruedas,  esta a su vez, se popularizó en la China, de donde explotó su comercialización  hacia el occidente en formas mas baratas, conocida irónicamente por los capitalistas como "la venganza china" ya que entregó este funesto producto en cantidades industriales y accesibles a la población mundial, venganza entendida en doble sentido, puesto que este producto combate el mercado de los automotores, y añade una cifra de accidentes fatales que cuadruplica sin ningún esfuerzo la de los carros.

Mas grave aun es el poco control que ejerce el gobierno local sobre la educación y circulación de las personas en estos esperpentos motorizados,  la moto consigue su Licencia de conducir con un significativo menor esfuerzo que el carro, ya que el daño hecho lo sufre el conductor y de vez en cuando el transeúnte, a diferencia de la responsabilidad social del Coche,  animales en moto es lo que abundan en las calles, y sobre todo en el pavimento roto de la ciudad señorial, enjambres de bestias motorizadas que circulan sin norma ni orden, a derecha, izquierda, centro, por la vía, en contravía,  sin casco, con uno ficticio, con uno aparentemente reglamentario, etc...

Violan todas las reglas en una bala  con timón, que puede estar destinada a mandar a la mierda a su conductor en cualquier momento y dejarle por fortuna unos cuantos huesos rotos, o en el mejor de los casos  (si es un despreciable irresponsable) una muerte ipso facto, las ciudades se saturan del vehículo de la pobreza, de la moto china,  del sinónimo de subdesarrollo, del signo de estatus mas chimbo y "mañé" que puede tener un colombiano promedio, una moto.

Manejadas por viejas hijueputas que por ser madres o mujeres creen que pueden levantarle el dedo medio al conductor del carro, y atravezarsele sin mas misticismo que el de creerse inmortales,  o por adolescentes sin criterios, que aceleran a fondo por creerse invulnerables, hijos de Zeus, para luego dejar un espectáculo circense de sesos desparramados, mandíbulas desencajadas, articulaciones desmembradas,  y comentarios de barrio como "¿que pasó?", "no, otro accidente en moto", el temor materno por viajar en moto no es infundado, la moto no solo esta sometida a la prudencia (casi nula) de su conductor, sino a la prudencia de los motores mayores, y no es de sorprender entonces, que gente como arroz aparezca aplastada como cucarachas debajo de camiones, buses y mulas, por una inocente mala maniobra de Bicicleta china con gasolina.

El riesgo de morir en una moto es tan alta, que  la persona que decide abordar este "económico" sistema de transporte, debería salir en paz con su Dios local, cada mañana, y echarse en el bolsillo el testamento respectivo, porque si bien, nadie tiene la vida comprada, un motociclista, alquila la muerte por minutos.

Como abolir este sistema de transporte es improbable, debido pues, a la necesidad de desplazamiento de miles de marginados del mercado del automotor, y su explotación desmedida, por lo menos debería ponersele especial cuidado a la educación de aquellos que se hacen honestamente a una moto para sobrevivir, para prolongar sus vidas en lo posible, un poco mas,  y disminuir el riesgo a mínimas consecuencias.

Como ultima recomendación sería... de no ser por la inseguridad de Palmira, deberíamos todos andar en bicicleta, un medio mas seguro, bondadoso con el medio ambiente, y bueno para la salud, pero de no ser así, señor motociclista, deje de ser tan Hijo de Puta con usted mismo, quierase un poquito, y respete las normas de transito.