La futilidad de las discusiones Ideologicas



Nunca hemos de ponernos de acuerdo con una sola creencia, las creencias son ideas humanas fundadas en un imaginario al que llamamos convicción, esa convicción está fundada en más ideas, o en hechos lejanos y débiles, que no pueden ser comprobados, y no pueden sustentarse por medio de la realidad, o sea “una realidad alterna que no es realidad”, palabras más, palabras menos, una fantasía, la fantasía y la ilusión hacen parte fundamental de la naturaleza humana.

El peligro se basa en defender una fantasía como si fuera realidad, discusiones como  “¿Por qué Jesús es Dios?” Hacen parte del imaginario, y no de una realidad palpable, de algo que llamamos “fe”, esta fe toma  dimensiones peligrosas, al punto de dividir a los creyentes, y estos se dividen por todo y por nada, como si manejaran un peligroso material radiactivo, cada parte de la doctrina se convierte en el átomo de Uranio que podría echar a volar en pedazos todo el Universo Espiritual.

Entonces las convicciones se desmoronan, hay tantas doctrinas como personas, y cada hombre se construye un dios a imagen y semejanza, para eso se han inventado un arma efectiva, se llama sectarismo, este une a los hombres, quieran o no bajo la línea de una doctrina, que puede sonar irracional e incierta cuando más, pero es indudable para sus seguidores. Esa misma línea imaginaria que los une, los divide del resto de  la humanidad, y les da la condición de elegidos, y a los demás de condenados, y dignos de conmiseración.

Los hombres, bajo el lente del dogma, no son iguales, pero quiere que sean iguales,  la ironía de un Dios que nos ama, y quiere que seamos salvos, pero que nos enviara al infierno apenas desobedezcamos una orden, o dudemos de él, no parece esto traído de los cabellos, el hombre ha inventado a Dios para sobrellevar la vida, pero si creyera en Dios, no lo dibujaría a imagen y semejanza suya, lo dejaría ser, le dejaría fluir, no le cuestionaría, viviría aparte  de el, dejando que el se muestre sin juzgarle, un Dios omnipotente Ha necesitado a los hombres para hablar, como un ciego que necesita el bastón, ilógico a mi manera particular de verlo.

Las opciones para escoger son múltiples, y quienes nos repitan que son únicos y verdaderos son millones, quienes nos digan que el otro está en un error, se repite hasta el infinito, la cordura ha abandonado el campo de la fantasía, la única razón por la que debería existir la imaginación es para permitir al hombre elevarse más allá de su condición humilde de mortal, y festejar cada paso hacia la utopía.



Ahí les dejo un video del mayor escéptico del mundo, para que piensen si lo que dice es tan falso, o tan perjudicial que puedan ignorarle.


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